martes, 13 de mayo de 2014

Mi hijo/a no hace caso

La mamá de José Miguel

  La mamá de José miguel acaba cada jornada exhausta. Su hijo de 5 años no le da un respiro. Ella misma lo dice, pasa el día dando órdenes, regañando, llamando la atención y lo peor, la mayoría de las veces sin conseguir nada.
  " José Miguel apaga la luz del baño"; "José Miguel recoge tus juguetes...ven a comer...baja la tele...limpiate los dientes...".
  Pero José Miguel no apaga la luz, los juguetes los termina recogiendo ella y se hace "el sueco" para limpiarse los dientes antes de dormir.
  Al final solo consigue que obedezca si le grita o le amenaza.

¿Por qué no hacen caso?

1º. No comprenden las órdenes.
2º. Se dan muchas órdenes seguidas.
3º. Las órdenes no se dan convenientemente:
         - Se transmite inseguridad y poco convencimiento al darlas.
        - En lugar de dar la orden, se pregunta: "¿Quieres lavarte ya las manos?"
        - La orden es poco clara o demasioado abstracta: "Sé bueno; portate bien"
4º. No hay normas y si las hay, son incoherentes. se permite hacer lo que no estaba permitido.
5º. Las medidas que se adoptan cuando no hace caso se incumplen.
6º. Hay diferentes cuidadores, con diferentes normas.
7º. También puede ser un niño/a más tozudo y difícil de manejar.
8º. sobre todo los niños/as se han acostumbrado a desobedecer y que eso no tenga consecuencias. De alguna forma se ha venido "premiando" el hecho de no hacer caso, al conseguir casi siempre salirse con la suya.

¿Qué hacer para que obedezca?

1º. Establecer normas:
  - El niño/a debe disponer de una normas claras y concretas.
  - Las normas estarán referidas a los diferentes tiempos, espacios, trato con las personas y objetos.
  - Las normas se adaptarán a la edad y madurez del niño/a.
  - Las órdenes que se le dan al niño/a no serán caprichos personales, sino que estarán referidas a esas normas básicas, solo serán un recordatorio. (Por ej. Los juguetes se recogen al terminar; el abrigo se cuelga en la percha; se come sentado en la mesa; se cruza la calle cogido de la mano...)

2º. ¿Cómo dar las órdenes?
  - Hay que asegurarse de que nos escuchan y atienden cuando le damos una orden.
  - Deben ser claras y concretas.
  - La orden no puede ser una pregunta: ¿Quieres recoger?
  - Dar las órdenes de una en una.
  - Dejar un tiempo prudencial para que la lleven a cabo.
  - Elogiar al niño/a cuando las cumple.

3º. Prestar más atención.
  - El niño/a debe descubrir que le prestas mucha más atención cuando se porta bien.
  - De esta manera aumentaremos la probabilidad de que se vuelva a comportar así.

¿Qué hacer si desobedece?

1º. Llamarle atención: Si apesar de lo anterior el niño/a desobedece, se le llamará la atención un máximo de tres veces. La primera vez se le recordará la orden. La segunda llamada se hará con más contundencia. La tercera y última, se le anticiparán las consecuencias si no obedece.
2º. Obligar: Cuando no ha atendido las llamadas de atención, se acudirá  y se le obligará a lo que se ha mandado: recoger, ordenar, ir a cenar...
3º. Reprimenda: Se le dará una reprimenda breve y contundente, recordándole cuál es la norma.
4º. Retirada de privilegios: Cuando la desobediencia es muy reiterada, se le puede retirar algún privilegio. Se debe aplicar lo antes posible.
5º. Ser coherentes con las normas.
6º. No premiar la desobediencia: El niño/a no puede aprender que con su mal comportamiento e insistencia consigue cambiar las decisiones de sus padres. si el niño/a desobedece y se sale con la suya, estaremos "premiando" su mal comportamiento y aumentará la probabilidad de que vuelva a hacerlo en una situación similar.
7º. Acuerdo entre la pareja: los niños/as deben recibir el mismo mensaje de papá y de mamá. Si existen discrepancias, nunca deben mostrarse delante del niño/a.

                                                                        Elaborado por Jesús Jarque García

   
 

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